Temperley tuvo sus momentos en el partido pero no pudo catapultar su superioridad en el resultado y perdió por primera vez como loca.
Luego de un gran primer tiempo que terminó 0-0, un desconcierto defensivo a los 7 del complemento provocó el gol de Barrios Suárez. Luego de algunos disturbios en la popular, Sparapani marró un penal pero en el córner posterior, Baez liquidó el enuentro a los 27. Descontó Boaglio a los 43. Mal arbitraje de Nicolás Lamolina que obvio algunos penales.
Un resultado mentiroso, claro está, pero como dicen los axiomas del fútbol, los goles no se merecen, se hace. Es por eso que Temperley cayó por primera vez en el torneo, contra un Morón que golpeado apostó al error del local y se llevó todo.
Claridad en el primer tiempo, situaciones netas, un penal no cobrado. Ya en el segundo, descontrol a partir del primer gol, adentro, con jugadores que fueron con mas ímpetu que fútbol y fuera, en las tribunas con hechos violentos, y desde el banco, dado que está vez Dabrowski equivocó los futbolistas salientes.
Los primeros minutos mostraban un Sergio López con un panorama y una velocidad formidables. En 60 segundos lo tuvo Azcurra pero falló en la definición.
Después, el “Negro” dejó varios muñecos en el camino y cuando se metió al área fue derribado. Penal no cobrado por Lamolina.
De a poco Morón se adelantaba en el campo, pero igual el “Gasolero” le creaba peligro, ganando por afuera y por adentro en ofensiva. Benítez, que no hacía nada bien, sacó un zurdazo que salió al lado del palo de Migliardi a los 30.
Bien Chietino en la mitad, flojo Hure para distribuir y correcto lo de Gómez y Azcurra aunque ya en el epílogo no llegaban tanto al ataque. Se moría el primer tiempo con la sensación de que con Cobelli y Boaglio la historia iba a ser otra, ya que Sergio López necesitaba más socios.
Pero no los haces, y los pagas en tu arco. A los 7, los laterales volantes no volvieron, el fondo quedó descompensado y fue Barrios Suárez quien en el segundo palo definió al gol. Baldazo de agua fría porque el “Gasolero” fue muy superior en los 45 iniciales y merecía más.
Allí fue cuando Dabrowski metió mano pero está vez se equivocó. Claro está que con el diario del lunes todo es más fácil pero los ingresos de Boaglio por Souto y Cobelli por Chietino no dieron sus frutos.
Primero porque de los dos atacantes tendría que haber salido Benítez. Segundo porque se acumularon delanteros, dándole poco espacio a los que llegaban de atrás. Y tercero porque quedó descompensando en la mitad, ya que Lucas Hure por un tema físico no puede jugar solo de volante central.
De mal en peor venía la noche porque a los 28, un infantil penal de Andreoli y el entrenador por protestar afuera.
Antes de patear, varios hinchas de Temperley comenzaron a pelearse entre ellos, chocaron con la Policia y empezaron los balazos de goma. Todo se tranquilizó y Sparapani marró ante una buena intervención de Medina.
Parecía que renacía la esperanza pero a los 29, otra siesta del fondo y Guillermo Báez facturó. Los suplentes de Morón lo festejaron y uno de ellos se ligó un proyectil en la cabeza lo que paró nuevamente el encuentro.
Sentido, fue con orgullo el local y de una corajeada, Boaglio puso el marcador 1-2 a los 43. Lo tuvo Cobelli, otra vez Boaglio pero la pelota siempre quedaba mal, o muy arriba o un poco mas delante de lo deseado.
Fue por ello que murió en un 1-2 mentiroso pero que dejó en claro lo mucho que le cuesta a Temperley ganar de local. No aprovechó su momento y lo pagó caro. Se puso nervioso adentro y afuera, se nubló y no se acercó a los de arriba, mientras que los perseguidores quedaron a tiro.
Luego de un gran primer tiempo que terminó 0-0, un desconcierto defensivo a los 7 del complemento provocó el gol de Barrios Suárez. Luego de algunos disturbios en la popular, Sparapani marró un penal pero en el córner posterior, Baez liquidó el enuentro a los 27. Descontó Boaglio a los 43. Mal arbitraje de Nicolás Lamolina que obvio algunos penales.
Un resultado mentiroso, claro está, pero como dicen los axiomas del fútbol, los goles no se merecen, se hace. Es por eso que Temperley cayó por primera vez en el torneo, contra un Morón que golpeado apostó al error del local y se llevó todo.
Claridad en el primer tiempo, situaciones netas, un penal no cobrado. Ya en el segundo, descontrol a partir del primer gol, adentro, con jugadores que fueron con mas ímpetu que fútbol y fuera, en las tribunas con hechos violentos, y desde el banco, dado que está vez Dabrowski equivocó los futbolistas salientes.
Los primeros minutos mostraban un Sergio López con un panorama y una velocidad formidables. En 60 segundos lo tuvo Azcurra pero falló en la definición.
Después, el “Negro” dejó varios muñecos en el camino y cuando se metió al área fue derribado. Penal no cobrado por Lamolina.
De a poco Morón se adelantaba en el campo, pero igual el “Gasolero” le creaba peligro, ganando por afuera y por adentro en ofensiva. Benítez, que no hacía nada bien, sacó un zurdazo que salió al lado del palo de Migliardi a los 30.
Bien Chietino en la mitad, flojo Hure para distribuir y correcto lo de Gómez y Azcurra aunque ya en el epílogo no llegaban tanto al ataque. Se moría el primer tiempo con la sensación de que con Cobelli y Boaglio la historia iba a ser otra, ya que Sergio López necesitaba más socios.
Pero no los haces, y los pagas en tu arco. A los 7, los laterales volantes no volvieron, el fondo quedó descompensado y fue Barrios Suárez quien en el segundo palo definió al gol. Baldazo de agua fría porque el “Gasolero” fue muy superior en los 45 iniciales y merecía más.
Allí fue cuando Dabrowski metió mano pero está vez se equivocó. Claro está que con el diario del lunes todo es más fácil pero los ingresos de Boaglio por Souto y Cobelli por Chietino no dieron sus frutos.
Primero porque de los dos atacantes tendría que haber salido Benítez. Segundo porque se acumularon delanteros, dándole poco espacio a los que llegaban de atrás. Y tercero porque quedó descompensando en la mitad, ya que Lucas Hure por un tema físico no puede jugar solo de volante central.
De mal en peor venía la noche porque a los 28, un infantil penal de Andreoli y el entrenador por protestar afuera.
Antes de patear, varios hinchas de Temperley comenzaron a pelearse entre ellos, chocaron con la Policia y empezaron los balazos de goma. Todo se tranquilizó y Sparapani marró ante una buena intervención de Medina.
Parecía que renacía la esperanza pero a los 29, otra siesta del fondo y Guillermo Báez facturó. Los suplentes de Morón lo festejaron y uno de ellos se ligó un proyectil en la cabeza lo que paró nuevamente el encuentro.
Sentido, fue con orgullo el local y de una corajeada, Boaglio puso el marcador 1-2 a los 43. Lo tuvo Cobelli, otra vez Boaglio pero la pelota siempre quedaba mal, o muy arriba o un poco mas delante de lo deseado.
Fue por ello que murió en un 1-2 mentiroso pero que dejó en claro lo mucho que le cuesta a Temperley ganar de local. No aprovechó su momento y lo pagó caro. Se puso nervioso adentro y afuera, se nubló y no se acercó a los de arriba, mientras que los perseguidores quedaron a tiro.
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