“TEMPERLEY ES PROTAGONISTA TODOS LOS PARTIDOS”

A Jesús Díaz no le interesa el planteo que propondrá Acassuso, sino lo que pueda ser su equipo adentro de la cancha en un partido clave por el ingreso al Reducido.
El volante central que pasa por un gran momento, no habla más de los árbitros pero si, sabiendo que tiene cuatro amarillas, se empieza a cuidar vislumbrando el clásico en el horizonte.

-¿Quedó un sabor agridulce después del lunes?

-Hubo mucha bronca en el vestuario porque hicimos el desgaste nosotros. Lastima que no pudimos convertir, que creo fue lo único que faltó. Mantuvimos la pelota durante todo el encuentro, nos faltó el último toque, mala suerte en algunas ocasiones.

-¿Te sentís en el mejor momento?

-Me siento bárbaro. El lunes me salieron bien las cosas, estoy mejorando desde aquella primera fecha donde todo el equipo jugó mal ante Comunicaciones.

-¿Es más cómodo jugar con Tessoro que tiene tus características o con Funes o Hure que son mas de ir al ataque?

-Facundo (Tessoro) trata de acoplarse mas a mi lado, quizás los otros que vos marcás tienen mas llegada al gol. Uno tiene que hacer su trabajo, darle equilibrio al mediocampo, quitando y entregando.

-¿Acassuso va a especular porque está encima de Temperley?

-Acassuso siempre complicó. Lo importante es que nosotros busquemos ser protagonistas. Hay que presionar, tener la pelota y marcar las chances que generamos.

-¿Pensás en cuidarte porque tenes cuatro amarillas o en la cancha uno se olvida?

-Hay jugadas en donde uno duda y va mas tranquilo sabiendo que son fechas importantes y no me quiero perder ninguna. Se que en algún momento me van a amonestar. Pensando en el clásico que se viene uno tiene en cuenta esto, pero tengo que hacer lo mejor para el equipo y juego todos los partidos a full. En el encuentro con Los Andes voy a estar como sea.

-¿Se sigue hablando puertas para adentro el tema arbitrajes?

-Tratamos de dejarlo atrás ya. Es de público conocimiento todo lo que se viene dando, así que seguir no tiene sentido. Hay que ganar sin la ayuda de nadie y lo único que pedimos es que no nos perjudiquen, nada más.