Temperley hace grandes partidos y luego se pierde en la intrascendencia producto de una realidad general, un plantel en formación y pocas variantes cuando existen ausencias sensibles. Es por eso que en la tarde de Adrogué, cayó 2-0 ante Brown.
Los goles fueron marcados por Juan Pablo Peralta a los 12 y 42 minutos del segundo tiempo. El primero empujándola luego de una habilitación de Lemmo y el segundo de penal. Se fue lesionado David.
Dentro de un análisis general, el campeonato de este Temperley austero, con poco presupuesto, muchos pibes y refuerzos sin tanto nombre sigue siendo meritorio. Pero la vorágine del partido a partido pone blanco sobre negro algunas situaciones que producen una irregularidad que tiene como consecuencia que el equipo no termina asentándose en el Reducido y no pueda dar ese zarpazo para luchar por algo más. El problema claro nace en las ausencias, en el poco recambio y en algunas determinaciones tácticas que ayer no dieron sus frutos. Un “Gasolero” partido, con tres nombres para atacar y desequilibrar (Souto – López – Cobelli), sin volantes externos, ya que ni Chietino, ni Hure, mediocampistas centrales por naturaleza pudieron desbordar y con un Brown que yendo de menor a mayor, terminó haciendo méritos para ese 2-0 final. Un arranque con mucho ritmo, David bien plantado en la mitad de la cancha y dos hombres muy activos, Sergio López, que ya en el comienzo sufría el castigo de Gustavo Ruiz Díaz y Seba Cobelli, que se retrasaba y generaba juego y espacios para los demás. El problema es que a ellos dos, solo se le sumaba Souto y así y todo, inquietaron el arco de Martinella. Luego de un tiro de Cobelli y algunas escapadas de Fernando Enrique y Gustavo Campuzano por la derecha, sumado al buen pie de Pablo Casado, llegó la más clara para los de Dabrowski en el primer tiempo. Fue por allí donde nacieron centros peligrosos, escapadas hasta la raya final y tiros que fueron salvados por Medina. Primero Campuzano que le quemó las manos al arquero. Luego Casado que en vez de tirar el centro atrás quiso meterla entre las piernas del guardapalos y por último Enrique que sacó un envío pero las uñas del gran arquero del “Celeste” le ahogaron el grito. Un segundo tiempo donde Temperley arrancó, lo transitó y lo terminó sin respuestas de ninguna índole. Ya desde el amanecer, los de Vicó arrinconaron contra las cuerdas a su oponente y “Groggy”, nunca atinó el conjunto “Gasolero” a levantar la guardia. A los 12 la manejaron como toda la tarde por derecha Campuzano y Enrique, el primero sacó un centro para un solitario Lemmo que en posición dudosa la tiró de cabeza al medio y fue Juan Pablo Peralta quien la empujó al gol. Los nervios dominaron la situación. Tras algunas quejas de por medio, los futbolistas, en especial Seba Cobelli comenzaron a quejarse porque la pelota no llegaba con claridad y porque Ale Medina, figura debajo de los tres palos, le erraba a la cancha en cada saque. Dabrowski realizó cambios que poco modificaron la historia. Verales por David, que padeció un esguince de rodilla, moviendo a Hure a la mitad. Luego Boaglio por Chietino, retrasando a Souto e intentando explotar la velocidad de Mauro. Le llegó muy poco el balón y cuando pudo maniobrar sus centros fueron controlados por Martinella y la defensa. El visitante seguía siendo peligroso en las cercanías del área y fue luego de una jugada de Grbec, que Gómez puso la mano dentro del área y el árbitro, al que se le fue el encuentro de las manos y no echó a Ruiz Díaz cuando lo tendría que haber hecho sancionó el penal. Peralta lo cambió por gol y se terminó la historia. Dabrowski expulsado, Ruiz Díaz haciéndose en la remera las “Milrayitas” y provocando a los futbolistas de Temperley con el típico festejo de Marcelo Gallardo haciendo visera para mirarlos. Temperley se deshilachó. Brown fue de mayor a menor, justificó la diferencia y pelea por el Reducido. Los de 9 de Julio y Dorrego tendrán que buscar un zurdo carrilero como alternativa, e intentar encontrar una regularidad si quieren pelear de lleno en el Reducido. MARIO CORONEL | |
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