El domingo 13 de Junio Temperley vivirá luego de 11 años un día histórico porque los socios tendrán la posibilidad de elegir a quienes llevarán adelante los destinos de su institución mediante un voto, con la atenuante de que se ha modificado el estatuto social y la comisión directiva estará cuatro años a cargo.
Por diferente tipos de motivos esto no se podía dar, ya que la última vez, de golpe y porrazo no hubo listas opositoras y todo se dirimió sencillamente dado que solo una agrupación se había presentado.
Esta vez son dos conglomerados de personas que quieren darle a Temperley un nuevo destino. Viejos conocidos, algunos de hace años atrás y otros que vienen hace tiempo siendo los capitanes de un barco que tienen mas contras que virtudes.
“Todos Por Temperley”, la lista encabezada por Gustavo Caccace es una continuación de lo que se viene plasmando hasta ahora, con la idea de poder realizar proyectos referidos a lo social, el polideportivo e intentar armar algo serio para sacar al club de la “B” Metropolitana.
En principio vale tomar como punto positivo que las inferiores, mas allá de que hoy no las comande Walter Céspedes, siguen dando sus frutos. Ahora bien, muchos se preguntaron porque todo lo que se promete no se hizo antes debido a que hace años que están al frente.
También la autofinanciación del fútbol profesional mediante ventas que terminó siendo por momentos una transacción con un grupo empresario en donde entraron porcentajes de juveniles por dinero para solventar el presupuesto.
Del otro lado algunos critican que la idea es una apuesta de hace 25 años, cuando el señor Antonio Morrone participaba activamente en la comisión directiva de la institución. Hoy, la cabeza de esta agrupación Celeste es su hijo, Mauro, pero su padre está para ayudar.
El proyecto, como la mayoría, se basa en fomentar las divisiones inferiores, en crecer desde lo social y hacer llegar a Temperley a primera, algo que suena a largo plazo y que no se puede hacer juicio de valor en la previa dado que de la teoría a la práctica hay una distancia abismal.
Dentro de lo futbolístico dos estilos, dos entrenadores distintos. Ricardo Dabrowsky es la apuesta de Morrone. Un entrenador que no ha tenido mucha experiencia en el país, que arrancó en juveniles y que su paso por Tiro Federal no fue el más feliz. Si en Chile contrajo buenos resultados. Es del riñón de Temperley pero habrá que ver si se le da, como se adapta a la cruda Primera “B”.
Del otro lado Jorge Vivaldo, o por lo menos es la primera opción dado que en sus declaraciones, Adolfo Ayan, candidato a vicepresidente, dejó una puerta abierta por las dudas. En las últimas fechas del torneo, la gran mayoría seguía apostando por el “Flaco” pero quizás, los rumores de Chacarita y la no clasificación le han sacado un poco de margen de error.
Igualmente tiene como punto positivo que está dando sus primeros pasos, que la campaña no terminó siendo del todo mala sino irregular y que es una persona de bien, un buen tipo de los que no hay muchos en el fútbol.
Más allá de los ganadores y perdedores en cuanto a las personas, lo que tendrá que quedar en claro es que quien deberá salir con buenos dividendos es Temperley, un gigante dormido que necesita un golpe de timón para salir del pozo, no solo futbolístico, sino en todo sentido.
Por diferente tipos de motivos esto no se podía dar, ya que la última vez, de golpe y porrazo no hubo listas opositoras y todo se dirimió sencillamente dado que solo una agrupación se había presentado.
Esta vez son dos conglomerados de personas que quieren darle a Temperley un nuevo destino. Viejos conocidos, algunos de hace años atrás y otros que vienen hace tiempo siendo los capitanes de un barco que tienen mas contras que virtudes.
“Todos Por Temperley”, la lista encabezada por Gustavo Caccace es una continuación de lo que se viene plasmando hasta ahora, con la idea de poder realizar proyectos referidos a lo social, el polideportivo e intentar armar algo serio para sacar al club de la “B” Metropolitana.
En principio vale tomar como punto positivo que las inferiores, mas allá de que hoy no las comande Walter Céspedes, siguen dando sus frutos. Ahora bien, muchos se preguntaron porque todo lo que se promete no se hizo antes debido a que hace años que están al frente.
También la autofinanciación del fútbol profesional mediante ventas que terminó siendo por momentos una transacción con un grupo empresario en donde entraron porcentajes de juveniles por dinero para solventar el presupuesto.
Del otro lado algunos critican que la idea es una apuesta de hace 25 años, cuando el señor Antonio Morrone participaba activamente en la comisión directiva de la institución. Hoy, la cabeza de esta agrupación Celeste es su hijo, Mauro, pero su padre está para ayudar.
El proyecto, como la mayoría, se basa en fomentar las divisiones inferiores, en crecer desde lo social y hacer llegar a Temperley a primera, algo que suena a largo plazo y que no se puede hacer juicio de valor en la previa dado que de la teoría a la práctica hay una distancia abismal.
Dentro de lo futbolístico dos estilos, dos entrenadores distintos. Ricardo Dabrowsky es la apuesta de Morrone. Un entrenador que no ha tenido mucha experiencia en el país, que arrancó en juveniles y que su paso por Tiro Federal no fue el más feliz. Si en Chile contrajo buenos resultados. Es del riñón de Temperley pero habrá que ver si se le da, como se adapta a la cruda Primera “B”.
Del otro lado Jorge Vivaldo, o por lo menos es la primera opción dado que en sus declaraciones, Adolfo Ayan, candidato a vicepresidente, dejó una puerta abierta por las dudas. En las últimas fechas del torneo, la gran mayoría seguía apostando por el “Flaco” pero quizás, los rumores de Chacarita y la no clasificación le han sacado un poco de margen de error.
Igualmente tiene como punto positivo que está dando sus primeros pasos, que la campaña no terminó siendo del todo mala sino irregular y que es una persona de bien, un buen tipo de los que no hay muchos en el fútbol.
Más allá de los ganadores y perdedores en cuanto a las personas, lo que tendrá que quedar en claro es que quien deberá salir con buenos dividendos es Temperley, un gigante dormido que necesita un golpe de timón para salir del pozo, no solo futbolístico, sino en todo sentido.
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